El ambiente impregnado de ámbar vibraba de ansiedad. Crepitaba de tensión. Estallaba de impaciencia. No obstante, Cleo se negaba a descansar hasta que el palacio del Nilo estuviera a la altura de un rey , aunque lo criados la tomaran por una majestuosa plasta.
-¿Mejor?-pregunto Hasina al tiempo que levantaba la esquina izquierda de la pancarta de papiro que Cleo les había emplazado a colgar a ella y a Beb, su marido.
Cleo ladeó la cabeza y dio tres pasos hacia atrás para obtener una nueva perspectiva. En el exterior, la lluvia arreciaba, silenciando el taconeo hueco de sus sandalias de pla-...CONTINUARA
*Primera hoja, me canso de escribir.
*Creditos a la escritora Lisi Harrison